La Asociación de Ostomizados de Córdoba celebra que el nuevo Hospital de Palma del Río (Córdoba) tenga aseo adaptado
CÓRDOBA, 9 Nov. (EUROPA PRESS)
La Asociación de Ostomizados de Córdoba (Aocor) ha celebrado este miércoles que el nuevo Hospital de Palma del Río (Córdoba) haya abierto sus puertas «con un aseo adaptado a personas ostomizadas», de tal forma que éste será el tercer aseo de este tipo en la provincia, y ello a pesar de que «más de 5.000 cordobeses» ostomizados «viven con una bolsa pegada al abdomen para evacuar sus desechos corporales».
La ostomía, según ha explicado la asociación en una nota, «no es una enfermedad, es la consecuencia de padecerla o haberla padecido, y es la solución para evitar la muerte ante algunos tipos de cánceres, enfermedades inflamatorias intestinales o poliposis múltiple, y así hasta una lista de 21 patologías, aunque también puede ser la consecuencia de traumatismos por accidentes de tráfico o de otro tipo.
Consiste en un orificio en el abdomen, realizado de forma quirúrgica, por el que se exterioriza un segmento de intestino llamado estoma. A través del estoma (sin esfínter) se produce la evacuación de heces, en el caso de las ileostomías y las colostomías y, de orina, en el caso de las urostomías. Los desechos corporales, se recolectan en una bolsa pegada al abdomen.
En los cuatro últimos años, según ha precisado Aocor, «a 1.512 cordobeses les practicaron una ostomía, pero la cifra de personas que están ostomizadas es mucho mayor», y «aunque no existen registros anteriores a 2019, se calcula que el número de ostomizados de Córdoba supera de largo las mencionadas 5.000 personas».
En contra de lo que se pueda pensar, «las ostomías no solo afectan a personas mayores, hay ostomizados de todas las edades, desde bebés, hasta ancianos, encontrándose el mayor número de ostomizados en la franja de edad que va de los 45 a los 55 años. En Córdoba, al igual que en el resto de España, la cifra de ostomizados aumenta un cinco por ciento anualmente».
Los cuartos de baño adaptados a personas ostomizadas, según ha subrayado la presidenta de Aocor, Silvia Rodríguez, «son muy necesarios, porque usar un aseo convencional es toda una odisea», y «únicamente las personas ostomizadas sabemos lo complicado que resulta vaciar o cambiar una bolsa de ostomía en un baño no adaptado».
Los aseos adaptados a personas ostomizadas cuentan con un inodoro situado a 75 centímetros del suelo, encastrado en una encimera en la que poder posar los productos de recambio y aseo de la ostomía. Además, incluyen un espejo en el que poder verse el ombligo, ya que el estoma está situado muy cerca y es preciso poder verlo para realizar un cambio de bolsa.
También incluyen un enjuagador de mano para poder lavar la bolsa tras el vaciado, así como apliques, jabonera y portarrollos de papel. Si alguno de estos elementos falta, el baño no se puede considerar adaptado.