Casi todas las personas que pasan por una ostomía tienen fundamentalmente dos preocupaciones: creer que puede fallar el dispositivo y tener la sensación de mal olor. Ambas creencias son falsas
Los dispositivos recolectores que existen hoy son de muy alta calidad. Además, para sentirnos más seguros, podemos probar con los distintos dispositivos en casa imitando posibles accidentes.
Una vez superado el cáncer o el problema que se haya tenido, es importante que la personas ostomizada asuma que ya no está enferma aunque deba convivir con una ostomía.
Después de la operación es importante que empecemos a dar pequeños paseos. Cuando nos recuperemos, tenemos que incorporarnos progresivamente a las actividades que realizábamos antes de la intervención, en cuanto nos acostumbremos a esta nueva situación, todo volverá a ser como antes. Nuestra familia, las relaciones sociales, los paseos, las actividades de ocio, el trabajo, pueden ayudarnos a no centrar nuestra vida exclusivamente en el estoma.
ADAPTACIÓN A LA NUEVA IMAGEN CORPORAL
Cuando la operación en lugar de una cicatriz, tiene como consecuencia un orificio, es decir, la ostomía, se produce un gran impacto y una ruptura del esquema corporal.
Tenemos que aprender a reconocer nuestra nueva imagen. El objetivo es integrar la ostomía a la imagen que tienes de tu propio cuerpo. Para ello, es positivo y eficaz que te mires al espejo diariamente. Aceptar tu nueva imagen es muy importante para tu recuperación.
Para conseguir una buena aceptación de la nueva imagen es aconsejable:
- Comenzar a mirar la zona afectada de forma indirecta, por ejemplo mientras estás tumbado o sentado, mientras realizas diversas actividades (duchándote, cuando te realizas las curas, cuando te vistes). También ayuda la imaginación, dibujos, observación de fotos o de otras personas.
- Acostúmbrate a tocar la zona y a las nuevas sensaciones que puedes experimentar al mover el cuerpo.
- Observar la zona mirándote al espejo.
- Comenzar la exposición ante las demás personas y en distintas situaciones. En un principio facilitar la exposición a las personas más allegadas.
- De forma gradual ir enfrentándote a distintas situaciones sociales.
Comunicación con familiares y amigos.
Es recomendable que hablemos de la operación con naturalidad, al fin y al cabo la intervención que nos han hecho, en muchos casos, salva la vida por lo que no hay que avergonzarse de ello.
No es necesario comentarlo con todo el mundo, pero sí es importante hacerlo con las personas más cercanas. Además, compartir lo que nos pasa, puede ser positivo tanto para nosotros mismos como para los demás que podrán apoyarnos en nuestras necesidades y entender mejor nuestra situación.
Evita el aislamiento, ya que puede ayudar a producir reacciones de ansiedad y depresión. Es muy importante ser activo, salir con amigos y familiares y comunicarse con ellos.
¿Qué ropa puedo utilizar?
Las características de los dispositivos que existen hoy permiten seguir vistiendo como nos gusta. No es necesario modificar la forma de vestir, la única precaución que deberemos tener en cuenta es elegir ropa que no comprima el estoma.
Trabajo, ¿puedo seguir trabajando?
El hecho de tener un estoma no es incompatible con la incorporación al trabajo. Es más, es probable, que el hecho de trabajar te ayude a normalizar tu vida, a distraerte y a mantenerte activo.
Viajes, algunos consejos…
Cuando te dispongas a realizar un viaje es conveniente que tengas en cuenta algunas recomendaciones:
- Llevar siempre consigo al menos una bolsa para poder cambiarse en caso de necesidad.
- En el caso de viajar en avión, no facturar las bolsas de ostomía, llevarlas en el equipaje de mano.
- En caso de viajar en coche, si el cinturón comprime el estoma, se puede utilizar un adaptador igual que el que utilizan las embarazadas.
- No dejar los dispositivos de ostomía dentro de un coche donde haga mucho calor.
Ejercicio y deporte
En general, después de la cirugía es recomendable, en cuanto podamos y nos lo aconsejen, empezar a caminar y dar pequeños paseos. No hay que olvidar que estar activos mejora la percepción de nuestra salud.
Si ya realizábamos algún deporte antes de la operación, no hay ningún problema en volver a practicarlo. Hay que tener en cuenta que los dispositivos que existen no se despegan con la acción del sudor. No hay ningún inconveniente en practicar los deportes más habituales como son los paseos, bicicleta, natación, esquí, golf, etc.
La única excepción en cuanto a ejercicio suelen ser los deportes de contacto muy bruscos o el levantamiento de pesas.
Baños en el mar y en la piscina
Los dispositivos actuales son fáciles de disimular bajo el bañador y además son resistentes al cloro y al agua salada. Cuando nos bañemos deberemos llevar el dispositivo puesto y el filtro tapado con las pegatinas diseñadas para tal fin.
Los hombres encontrarán bañadores con los que no se notan los dispositivos. Las mujeres podrán usar bañadores y bikinis siempre que la braguita sea suficientemente alta para tapar la bolsa.